A pocas horas de que comienze el partido entre el Borussia Dortmund y el Mónaco por los cuartos de final de la Champions League, tres explosiones hicieron detener la marcha del micro que llevaba al estadio a los jugadores del conjunto alemán.

El español Marc Bartra, que viajaba en él, sufrió heridas en su mano y debió ser operado: por ello la FIFA decidió aplazar el partido para este miércoles.

Sin embargo, el ataque encendió las alarmas de las autoridades alemanas: los investigadores de la policía local están desandando los caminos del atacante en busca de motivaciones y culpables.

Por el momento encontraron dos mensajes, contradictorios, que se adjudican los hechos de violencia: un comunicado que hace referencia al ataque con un camión perpetrado a fines del 2016 en Berlín, aduciendo que los deportistas también están en la “lista de muerte del Estado Islámico”.

Asimismo, desde el diario Süddeutsche Zeitung confirmaron la existencia de un segundo mensaje, que circula en la web, donde un grupo anti-fascista culpa a la dirigencia del Borussia Dortmund de “no despegarse los suficiente” de los grupos de derecha que copan sus tribunas.

La canciller alemana, Angela Merkel, aseguró estar “horrorizada” por el ataque sufrido por el equipo de Dortmund y confirmó que se comunicó con sus dirigentes.

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