Los primeros dos minutos de juego del “superclásico” dieron la pauta de lo intenso y disputado que sería el desarrollo del encuentro.

En la primera jugada, Milton Casco se lesionó la rodilla derecha y, tras la revisión de los médicos “millonarios”, debió salir reemplazado por Mayada. Inmediatamente, una buena jugada de Boca terminó con Darío Benedetto rematando peligrosamente al arco.

Un par de minutos después, River fue el que avisó. Lucas Alario aguantó bien una pelota entre dos defensores “xeneizes” y habilitó a Sebastián Driussi que quedó mano a mano con el arquero local: presionado, remató a las manos de Agustín Rossi.

El momento fatal para los de Guillermo Barros Schelotto llegó a los 15 del primer tiempo: Centurión, tras correr una pelota, quedó tirado en el piso pidiendo el cambio; en la misma jugada, el “Pity” Martínez agarró una pelota de volea en el área y la clavó junto al palo para poner el 1 a 0. Mientras River festejaba, Bou ingresaba al campo de juego por el ex jugador del San Pablo.

Boca intentó ir para adelante en medio de un desconcierto generalizado y el conjunto “millonario” empezó a explotar los espacios que dejaba la endeble defensa “xeneize”.

Luego de un remate peligroso de Driussi, una pelota ganada en la mitad de cancha por Alario terminó en gol: el “Pity” Martínez captó un despeje en tres cuartos de cancha y habilitó al “Pipa” para que defina frente a Rossi y ponga el 2 a 0.

El partido, a partir de ahí, bajó en ritmo e intensidad: el conjunto “millonario” sintió el golpe y el desgaste de lo hecho hasta el momento y Boca, obligado al descuento, se quedó sin ideas ni fútbol de mitad de cancha para adelante.

Ya en tiempo de descuento, y cuando menos se lo esperaba, los de Guillermo Barros Schelotto pudieron acercarse en el marcador: una falta que parecía inofensiva terminó generándole dolores de cabeza al banco visitante. Fernando Gago, entre centro y remate al arco, pateó la pelota y Augusto Batalla calculó mal: la pelota se coló entre su mano y el travesaño para decretar el 2 a 1.

La segunda parte no arrancó con un Boca dominante o yendo con todo a buscar el empate: River salió mejor parado, manejando la pelota y el ritmo del encuentro.

Los titubeos de la última línea “xeneize” mantuvieron en vilo a los hinchas locales: un par de errores atrás casi terminan con las esperanzas de los de Barros Schelotto de remontar el resultado. A los 20 vino una de las más claras para Boca: Benedetto peleó una pelota aislada y hubiera convertido si Martínez Cuarta no la hubiera sacado sobre la línea.

Diez minutos más tarde tuvo otra clara el “9” local: Peruzzi desbordó a Mayada en un costado del área y envió un centro preciso que Benedetto no pudo bajar. La pelota se fue cerca del travesaño.

A cinco del final, Auzqui tuvo la victoria y la tranquilidad “millonaria” en sus pies pero falló en la definición ante Rossi: la pelota se fue mansa al lado del palo. En la contra, Fabra desbordó y metió un centro venenoso al punto penal que Martínez Quarta desactivó con un rechazo salvador.

Al minuto, Peruzzi y Bou tuvieron dos chances clarísimas en la misma jugada para empatar el partido pero Batalla intervino con firmeza y despejó el peligro del arco de River.

De contragolpe, Sebastián Driussi quedó sólo frente al arquero y definió con tranquilidad para darle el 3 a 1 y los tres puntos a los de Marcelo Gallardo.

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