Este sábado, como cada uno de los últimos 3 de junio, miles y miles de mujeres de todo el país salieron a las calles para seguir tejiendo tramas de visibilidad en torno al femicidio y la importancia de gritar ¡#NiUnaMenos! ¡#VivasNosQueremos!

El 2017 ya registró varios casos resonantes que volvieron a poner de manifiesto la vulnerabilidad de las mujeres ante los hombres y la incapacidad de los mecanismos estatales de protegerlas.

A modo de ejemplo, en tan sólo seis meses el colectivo #NiUnaMenos fue objeto de una “razzia policial” y una serie de detenciones tras el #ParoDeMujeres; se encontró el cadáver de Araceli Fulles en José León Suárez, asesinada por el femicida Darío Gastón Baradacco que, además, se sospecha que fue cubierto por efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires; y Micaela García fue hallada sin vida en Entre Ríos luego de que Sebastián Wagner y Néstor Pavón la violaran en reiteradas oportunidades.

Más allá de las percepciones sociales e individuales, los datos que brindó en las últimas horas la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) en base a su “Registro de Femicidios” en el país no son alentadores.

Las organizadoras pidieron que todas las que se acerquen a las distintas movilizaciones concurran con cintas violetas. Uno de los lemas centrales fue: “Que el Estado las vea”. En la Ciudad de Buenos Aires las mujeres concentraron en Tribunales a las 16 y, a las 18, hicieron un acto masivo en la Plaza de Mayo. Este fue el documento que leyeron.

Según la estadística expuesta en el documento por el máximo tribunal, en 2016 hubo 19 muertes más que en el mismo período del año anterior. En 2015 se contabilizaron un total de 235 femicidios mientras que el año pasado ese número subió hasta 254.

La Provincia de Buenos Aires fue la que más crímenes contra las mujeres registró (90) durante el período, seguida por Córdoba (23) y Mendoza (21).

“A dos años de la primera movilización del #NiUnaMenos el diagnóstico es triste. Los cambios culturales avanzan y las mujeres adquieren cada vez más conciencia de su derecho a llevar una vida autónoma, plena y libre de violencia, pero el Estado deja desprotegidas a las que se encuentran justamente en situaciones más vulnerables”, remató el colectivo #NiUnaMenos en un documento publicado en la antesala del #3J.

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