El español no suele dejar pasar las grandes oportunidades y París este año no fue la excepción: en un partido en el que predominó la intensidad, Rafael Nadal barrió de la cancha a su rival y se quedó con el trofeo.

El primer set fue para el histórico ganador de Roland Garros, que pudo quebrar a Stan Wawrinka en el sexto game y llevarse el set con comodidad por 6/2.

El inicio del segundo set fue todavía más sencillo para el español: el suizo comenzó perdiendo su saque y no logró recomponerse nunca. Fue 6/3 para Nadal.

El último fue todo de Rafa: con la solidez y el temple que lo caracteriza se llevó el tercer set con una gran comodidad. El mallorquín cerró su raíd tenístico ante Wawrinka con un contundente 6/1 y así pudo conquistar su décimo trofeo en suelo parisino, el cual terminó levantando entre lágrimas de emoción.

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