En el mismo día en que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le recomendó a la Corte Suprema “revisar” el fallo del 2×1 y al gobierno no dilatar los juicios por crímenes de lesa humanidad y “fortalecer” las instituciones de memoria, un escándalo sacudió a la ex ESMA.

Tal cual cuenta el periodista Jonathan Heguier en “El Destape”,  policías de civil que custodian a Germán Garavano, actual titular del Ministerio de Justicia, golpearon a trabajadores adentro del predio.

¿El motivo? Los empleados reclamaban airosamente por salarios que están por debajo de la línea de la pobreza en la puerta del Archivo Nacional de la Memoria y pedían una reunión con el funcionario.

Estos 300 trabajadores son los encargados de realizar tareas de limpieza en los diferentes edificios de esa cartera y cobran sueldos de apenas 10 mil pesos. “Venimos de reunión en reunión, todas dilatorias”, denunciaron.

Pese a todo, el conflicto no se limitó a esto: Flavia Champa, secretaria de Sergio Kuschevatzky, director del Archivo Nacional de la Memoria que está bajo la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos, se peleó con los manifestantes y los increpó con consignas racistas.

La funcionaria, que no ha hecho aún comentarios al respecto, les gritó  “Negros de mierda”, “Mogólicos” y “Villeros”. El Ministerio de Justicia tampoco ha hablado sobre si habrá o no sanciones contra ella.

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