De manera sorpresiva, dos mil gendarmes y policías federales irrumpieron esta madrugada en los pasillos de la villa 1-11-14, en el barrio porteño del Bajo Flores.

La orden partió del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°12, a cargo de Sergio Torres, con el objetivo de “desbaratar” a la banda del peruano “Marcos” Estrada González, sindicado como el narco más “importante” del país.

Vale la pena recordar que Estrada fue detenido por la PFA en diciembre de 2016 en su casa del country “La Celia” de Ezeiza y que, junto a él, cayeron su suegra, su esposa y al menos una decena de miembros de su banda. Hasta hoy está detenido en el penal de Marcos Paz.

Los efectivos policiales, tras tareas previas de inteligencia que la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA llevó adelante durante meses, llevaron adelante más de 90 allanamientos que arrojaron 12 detenciones y el secuestro de una granada junto a ametralladoras.

La sorpresa, según las autoridades, llegó sobre el final cuando le encontraron a un hombre de nacionalidad paraguaya “seis panes de 100 gramos de pentonita cada uno” además de detonadores y cordones para activar los explosivos y regular el tiempo de la detonación.

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