Fabián Tarrío, presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), salió al cruce de los nuevos incrementos en los combustibles.

“Fue un acuerdo firmado en febrero de este año entre productores de petróleo y refinadores para que 2017 sea el camino de transición de libertad de precios en el 2018, para que cuando baje el barril en el mundo, lo haga también en Argentina”, explicó el titular de la entidad.

Tarrío señaló que este nuevo aumento golpea fuerte “a los pequeños comerciantes y empresarios” que “no consiguen recuperar competitividad”, sobre todo porque los costos de combustibles descendieron en los países que compiten en la exportación. “En estos dos meses el dólar subió 7% aproximadamente y eso fue determinante”, agregó.

Tras advertir que este aumento podría tendría nuevos impactos hacia la suba del índice general de precios, a través de efectos directos en los sectores productivos, y los efectos en cascada, remató: “Nos preocupa que en la industria manufacturera y en el comercio los mayores costos del transporte impactarían negativamente sobre la rentabilidad empresaria, sobre todo en aquellas empresas que no los puedan trasladar a los precios, además se ampliaría la brecha campo-góndola”.

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