Un día después del violento desalojo de la planta de PepsiCo ubicada en Vicente López, el gobierno de Mauricio Macri decidió sostener la misma línea argumentativa que en las primeras horas del conflicto: apuntar contra los “sectores minoritarios” de trabajadores que no quisieron arreglar con la compañía.

“Hay un conjunto de acción política gremial de izquierda que genera conflictos en algunas empresas y a las que muchas veces las obliga a cerrar”, disparó el titular del Ministerio de Trabajo en diálogo con Radio Mitre.

“Son muchas empresas que terminan relocalizándose porque no pueden sostener el nivel de producción que necesitan”, agregó sin medias tintas Jorge Triaca.

“Hay que llamar a la reflexión a toda la conducción sindical. Nosotros hicimos todo lo posible para que la fábrica no cierre, pero dentro del marco de la ley la empresa puede tomar esta decisión siempre y cuando se cumpla con los derechos de los trabajadores”, concluyó.

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