Tras una maratónica sesión de diez horas, con la prensa pululando por cada rincón del Congreso de la Nación y una guerra discursiva en curso, Julio De Vido se aseguró seguir en su banca.

Tal cual se estimaba, el oficialismo, el massismo y parte del peronismo no consiguieron los votos que necesitaban para remover de la Cámara de Diputados al ex titular del Ministerio de Planificación.

Fueron 95 los legisladores que votaron en contra de la propuesta y 3 los que se abstuvieron: con ese número el ex funcionario kirchnerista logró mantenerse dentro del palacio legislativo.

“Cambiemos” y sus aliados necesitaban 158 votos para destituirlo porque al momento de la votación había 237 legisladores en sus bancas: consiguieron 20 menos.

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