Hace dos meses, Santiago Maldonado desapareció mientras Gendarmería Nacional realizaba un operativo contra la comunidad mapuche y los reprimía desde la ruta hasta la vera del Río Chubut.

Pese a las maniobras disuasivas de algunos medios de comunicación, las evasivas del Ministerio de Seguridad y la poca celeridad de los encargados de llevar adelante la causa judicial, con el correr de las semanas sólo quedó firme la hipótesis que, desde un principio, manejaba la familia del joven y los organismos de derechos humanos: las fuerzas de seguridad son las responsables de su desaparición.

Sin embargo, en las últimas horas, el diario “La Nación” publicó una nota donde, pese a no dar nombres concretos, muestran qué es lo que piensan sobre el asunto desde Gendarmería: “No hay prueba concluyente de que el joven haya estado en el Pu Lof durante el operativo”, le dijeron al periódico.

“Si estuvo en el Pu Lof, no se sabe con certeza cuándo ni por cuánto tiempo. Y hay que ver las fechas de los rastrillajes. Los testigos que lo sitúan ahí son indiciales porque contaron lo que otros les dijeron y no fueron testigos directos”, agregaron.

Este argumento ha sido repetido en otras ocasiones hasta por funcionarios nacionales pese a haber sido desmentido por pruebas que constan en la causa: los rastrillajes realizados con perros rastreadores que siguieron las huellas odoríferas de Santiago Maldonado revelaron que, al menos, el joven habría llegado hasta orillas del río.

Como si esto fuera poco, los peritajes sobre los teléfonos celulares de los gendarmes que participaron de la represión a la comunidad mapuche el 1 de agosto comprometen cada vez más Gendarmería Nacional y, también, al Ministerio de Seguridad de la Nación que conduce Patricia Bullrich.

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