Supo ser el líder de una banda de asesinos seriales que horrorizó a Estados Unidos, marcando un quiebre en la década del sesenta: en 2017, a los 83 años, el criminal “más famoso y temido” dejó de respirar.
En 1969, Charles Manson, jefe del siniestro grupo criminal “La Familia”, asesinó junto a un grupo de seguidores a siete personas para provocar una guerra racial al compás de “Helter Skelter”, canción de The Beatles mediante la cual creían “recibir instrucciones”.
Entre las víctimas figuraba nada más y nada menos que la actriz Sharon Tate, que estaba a punto de dar a luz a su primer hijo, fruto de su relación con el director Roman Polanski.
También se encontraban allí Abigail Folger, heredera de una empresa de cafés; el famoso peluquero Jay Sebring; Voityck Frykowski, un director de cine polaco; y Steven Parent, amigo del cuidador de la casa.
La noche siguiente de la masacre en cas de la actriz, “La Familia” hizo lo propio con un empresario y su esposa, Leno y Rosemary LaBianca, que fueron apuñalados hasta la muerte.
Manson, tras pasar toda su vida en una prisión de máxima seguridad, había sido trasladado a un hospital de California la semana pasada: se sabía que era cuestión de “horas o días” para que perdiera la vida.
