El empate 1 a 1 entre San Lorenzo y Boca en el “Nuevo Gasómetro” dejó más tela para cortar gracias al pésimo arbitraje de Silvio Trucco: el referí le expulsó dos jugadores al “Ciclón”, tuvo altibajos durante todo el encuentro e, incluso, no le dio un penal al “xeneize”.

Enojado por la actuación del juez, el presidente Matías Lammens salió con los tapones de punta: “Quiero pensar bien, pero me cuesta. Entiendo el enojo de los jugadores y de los hinchas, que hacen un esfuerzo muy grande para pagar su cuota social y su entrada”, aseveró en diálogo con Radio La Red.

“Es un error de Tapia haber ido después a la fiesta de cumpleaños de Tevez. Hay cobros de jugadas que generan inquietud. Ayer le escribí y le conté lo que sentía. Tengo una buena relación con él y le dije directamente lo que pensaba sobre el arbitraje. Quedamos en hablar hoy y me parece que fue lo mejor porque a veces es mejor serenarse, no hablar en caliente porque la posibilidad de que uno cometa errores es mucho más alta”, explicó.

“A veces con estas cosas dan ganas de irse pero está mal, hay gente que me dice que no le dan mas ganas de ir a la cancha pero si uno abandona la pelea, si uno deja de seguir luchando por lo que cree que está bien nada tiene sentido. Uno está para intentar cambiar las cosas, hacerlas mejor, pero de alguna manera es inevitable tener esa sensación de preocupación”, agregó luego Lammens.

“No quiero abonar la teoría del complot pero me siento muy desilusionado y estoy muy preocupado con los últimos dos arbitrajes”, remató el dirigente.

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