La ilusión del “Rojo” de traerse la copa de Brasil otra vez no pudo ser: Independiente, luego de un arduo partido en el “Arena Gremio” cayó por penales y se quedó con las manos vacías.

El partido fue cuesta arriba para el equipo de Ariel Holan: Amorebieta fue expulsado por una patada en el pecho del rival luego de que el árbitro consultara con el VAR y, a partir de allí, aguantó contra el arco de Campaña a la espera de la definición desde los doce pasos.

El conjunto argentino no tuvo una buena noche en Porto Alegre y si el desenlace no se produjo antes fue por la mala pericia de los delanteros brasileños y la buena actuación de la última línea “roja”.

Los penales – esa gran lotería de azar, talento y presión – fueron bien ejecutados por los dos equipos: en el quinto, Martín Benítez, decidió rematar con fiereza al medio pero el rebote del arquero se fue por arriba del travesaño desatando la locura en las tribunas del equipo gaúcho.

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