Las malas decisiones económicas y las medidas poco populares que tomó el gobierno en este último tiempo quedaron en un segundo plano luego del anuncio del presidente Mauricio Macri de 1,9 millones personas dejaron de ser pobres en 2017 y que, además, en ese mismo lapso 600.000 dejaron de ser indigentes.

“Estamos en el buen camino. Por eso los convoco a seguir trabajando juntos y que estos nuevos datos nos sirvan para entender que el camino que emprendimos tiene una meta única y clara: reducir la pobreza”, aseguró el mandatario desde la Quinta de Olivos.

Fue el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) desde donde se conoció el informe oficial:

Los gráficos sobre la evolución de la pobreza a nivel regional también resultan interesantes. Donde más bajó es en Cuyo (casi 10 puntos), seguido por NOA (6 puntos). En el NEA, por el contrario, está estancada: es la única región en donde no bajó en 2017.

Daniel Schteingart, doctor en Sociología, explicó a través de las redes sociales “las razones” detrás de estos números: “En 2017 los ingresos le ganaron a inflación, hay que fijarse ‘sipa vs inflación’ en el caso de los formales. Asimismo, según surge de EPH, ingresos de cuentapropistas/informales subieron más que los de formales, ergo mayor recuperación. También hubo creación de empleo (precario) pero empleo al fin”.

“El tema es comprender la dinámica del año paritario, que suele arrancar en abril. Es probable que hacia abril de este año los salarios estén 22-23% por encima de abril 2017. Pero en diciembre pasado todavía tenías influencia del año paritario previo, por encima del 30%”, sentenció.

Leopoldo Tornarolli, del CEDLAS y la UNLP, apuntó: “Los resultados indican que hasta 2013 la tasa de pobreza siguió un patrón que era mayormente conocido, y que se puede analizar en sub-períodos: a) 2003-2007, la tasa de pobreza cayó rápidamente (hasta 37.6%) desde un valor inicial muy elevado (58.2%); b) 2007-2011, siguió cayendo la tasa de pobreza (hasta 28.0%), pero a menor velocidad; y c) 2011-2013, se estancó la evolución, con un 27.4% en la segunda mitad de 2013”.

“Desde 2014 los resultados son menos conocidos: hubo un fuerte aumento de 5 puntos porcentuales en la tasa de pobreza en 2014, con una recuperación parcial en la primera mitad de 2015, y los primero datos para 2016 indicaron que hubo un incremento estadísticamente significativo respecto a 2015. Desde entonces, la tasa de pobreza exhibió semestre a semestre una tendencia a la baja, afirmación que se reafirma con el dato del segundo semestre de 2017, donde se alcanzó el mínimo para la serie 2003-2017: 25.7%”, añadió.

Y subrayó: “Las estadísticas más recientes de mercado laboral muestran una clara mejora entre 2016 y 2017; la todavía alta tasa de inflación disminuyó bastante entre esos años; y las políticas sociales que transfieren ingresos a los sectores más vulnerables se mantuvieron sin mayores cambio en dicho período. (…) Si bien las medidas de “normalización” de la economía que se implementaron entre fines de 2015 y comienzos de 2016 tuvieron un esperado efecto negativo a corto plazo en la tasa de pobreza, la magnitud de dicho efecto no fue demasiado grande, lo que permitió que una vez que se retomó la senda de recuperación de la actividad económica el punto de partida no estaba muy alejado del punto anterior a la aplicación de esas medidas”.

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