El conflicto en Cargill escaló hasta alturas impensadas: en la planta de Villa Gobernador Gálvez (Santa Fe), la empresa decidió frenar las actividades e impedir el ingreso de sus trabajadores hasta el próximo 10 de abril.

Además, las autoridades ordenaron suspender al personal sin goce de haberes: “Dado que es nuestra prioridad la seguridad del personal, de las operaciones y de las comunidades en donde estamos presentes, y en virtud de los paros no programados que se suceden de forma frecuente e intermitente en distintas áreas de trabajo, que nos impiden operar en condiciones seguras, es que nos vemos obligados a tomar esta decisión”, argumentaron.

“Asimismo, estamos haciendo las denuncias y presentaciones pertinentes ante las autoridades laborales y organismos de  control correspondientes”, remataron a través de un comunicado.

Los trabajadores vienen con conflictos desde el 16 de marzo: en esa oportunidad los directivos tomaron la decisión de cesantear a 34 personas. Las medidas de fuerza se sucedieron a partir de allí.

“Cargill sostiene que no están dadas las condiciones necesarias de seguridad física de las personas, equipos, instalaciones y procesos. La empresa, que tiene ganancias exorbitantes, no sólo despide arbitrariamente sino que ahora realiza un lock out patronal e impide el ingreso de los trabajadores”, afirmaron los delegados sindicales.

Comentarios

comentarios