Había expectativa y temor en el aire: si Serbia le ganaba a Brasil el último partido de la fase de grupos, eliminaría a uno de los “cucos” del Mundial de Rusia 2018.

Pese a algunos intentos aislados, lejos estuvieron los europeos de poder asustar a los sudamericanos: atacándolo desde el inicio, Neymar y compañía vulneraron a la defensa rival antes del entretiempo. Paulinho quedó solo frente al arquero a diez del final y definió por arriba para poner el 1 a 0.

Y ya en la segunda parte, cuando los serbios decidieron ir con todo al estar quedando eliminados, un centro a la cabeza de Thiago Silva sentenció la historia: 2 a 0 para el equipo de Tité y el pase a octavos de final confirmado.

Ahora, Brasil se las tendrá que ver con México.

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