En medio de la “euforia” por el triunfo de la Argentina ante Nigeria se coló la noticia de los 350 despidos en la agencia estatal Télam: nada más y nada menos que una reducción del 40% de la planta.

Luego del estupor inicial, los trabajadores decidieron iniciar un paro total de actividades, realizaron una marcha al Centro Cultural Kirchner (CCK) e implementaron una ocupación con permanencia pacífica en las dos sedes de la Ciudad de Buenos Aires.

Todavía estamos armando el listado de los despedidos. Sabemos el número pero no quiénes son las personas echadas. Vamos a tener otra asamblea. Lo último que sabemos es que se va a llamar a Lombardi al Congreso de la Nación para que explique los despidos“, señaló Carolina Balderrama en diálogo con la “Agencia Paco Urondo”.

Detrás del ajuste está el intento de desguazar los medios públicos. Todos los países que estos funcionarios admiran tienen medios públicos muy fuertes, porque son necesarios para que todas las voces estén presentes, para que haya una verdadera democratización de la comunicación. El derecho a la información es un derecho humano. Por otro lado, hay un evidente desprecio por lo público. Esa idea de que los trabajadores públicos sobramos, vale para nosotros, para los docentes o para cualquier trabajador estatal”, explicó luego.

Más allá de todo esto, Rodolfo Pousá, director de la agencia, ratificó esta mañana los despidos: “Nuestro objetivo es profesionalizar la agencia. Hubo un núcleo duro que no se sumó a esto y que decidió mantenerse con un perfil muy ideológico”, aseguró en diálogo con Radio Berlín.

“Muchos de los paros que nos hicieron no tenían nada que ver con lo que ocurría con la agencia. Se sumaban a medidas de la CGT y la CTA sólo para confrontar con las autoridades”, remató.

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