Un avión de la empresa “Emirates” proveniente de Dubai puso en alerta a las autoridades sanitarias de los Estados Unidos y motivó que la propia Casa Blanca se preocupe y siga de cerca la situación.

Pasadas las nueve de la mañana, la aeronave aterrizó en el aeropuerto JFK de Nueva York y rápidamente fue puesta en cuarenta.

¿El motivo? Diez pasajeros a bordo aseguraron sentirse “enfermos”, con síntomas como fiebre, tos y malestar general. Temiendo la posibilidad de un ataque químico, las autoridades desplegaron un “cordón sanitario” para evaluar los riegos y la peligrosidad de la situación.

Después de varios chequeos médicos y descartar que sea algo de gravedad, dejaron ir a aquellos que se encontraban en buen estado mientras que condujeron a un hospital cercano a los que acusaban problemas de salud.

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