El primer tiempo fue duro y trabado: Gremio consiguió empantanar las ideas y el juego de River y llevarlo a un terreno propicio para su trabajo.

Gracias a un desgaste de sus mediocampistas y delanteros, taponó las salidas del conjunto “millonario” y logró que divida mucho más de lo usual la pelota. Sin embargo, el costo a pagar fue una dificultad mayor para llegar con claridad al arco defendido por Armani.

El equipo de Marcelo Gallardo sólo pudo inquietar a los brasileños con alguna pelota parada y un par remates desde afuera del área de Exequiel Palacios que despejó el arquero.

En la segunda parte llegó el único gol del partido. Un buen córner al primer palo encontró a la defensa “millonaria” casi estática y a un Michel implacable que, de cabeza, dejó sin chances a Armani para mandar la pelota al fondo de la red.

A partir de allí, los brasileños cedieron completamente la iniciativa a los locales pero sin sufrir sobresaltos. La presión, el achique de las líneas y una sólida defensa aérea hicieron que los minutos corran sin contratiempos.

En la última semana de octubre será la revancha en Porto Alegre, más precisamente el martes 30. Allí, el equipo argentino deberá ganar para acceder a la final del certamen continental. Es difícil, pero no imposible.

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