Ramiro Costa abrió el marcador para Temperley a los quince minutos del primer tiempo y, por el desarrollo del juego, parecía que nada se podía interponer en el camino del equipo del sur del conurbano.

Sin embargo, en la última pelota del partido, Nicolás Blandi desató la alegría “azulgrana”: el delantero del “Ciclón” apareció con su olfato goleador para poner el 1 a 1 y mandar el partido a la definición desde los doce pasos.

Ahí se terminó la “suerte” de San Lorenzo y la gestión del “Pampa” Biaggio desde el banco de suplentes: los de Boedo perdieron por penales, quedaron eliminados de la Copa Argentina y el entrenador decidió dar un paso al costado.

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