La recesión económica y la devaluación del peso no le dan respiro a los bolsillos de la población. Los aumentos de precios tampoco.

A partir de este viernes -algunas estaciones de servicio lo reflejarán recién el sábado- las petroleras decidieron disponer el decimocuarto aumento del año en el valor de los combustibles al público.

Aunque las subas no son exactamente iguales en todas las bocas de dispendio, los incrementos en el precio final que pagan los usuarios rondan entre el 5% y el 7%.

Con este nuevo “reajuste” de las naftas y del diesel, el promedio acumulado en el año trepará a más de 75%: casi el doble que la variación del índice general de precios al consumidor.

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