A pesar del rechazo unánime de los organismos de derechos humanos, el mandatario firmó el decreto que convierte en “Reserva Ambiental de la Defensa” al predio de Campo de Mayo, lugar donde funcionó uno de los mayores centros clandestinos de detención de la última dictadura cívico militar.

Acompañado por el titular de la Secretaría de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y los ministros Oscar Aguad y Sergio Bergman, Mauricio Macri ratificó su decreto con un brevísimo acto en el predio: “Cuando estén terminadas todas las obras, las familias van a poder tomar mate, hacer deporte, leer; será un lugar de visita y de disfrute de todos”.

Es un proyecto a largo plazo porque la urbanización del Gran Buenos Aires va a seguir avanzando y este lugar no. Será un lugar libre de cemento y una fuente de oxígeno en el área urbana más importante del país”, prosiguió el presidente.

Tras felicitar a las Fuerzas Armadas por “sumarse a la iniciativa”, remató: “Si cuidamos y ponemos en valor lo que tenemos, no solo hacemos nuestro aporte a la lucha contra el cambio climático, sino que también será fuente de desarrollo local y de generación de empleo, que es algo a lo que estamos todos muy comprometidos. Me propuse desde el primer día unir a los argentinos. Sé que en algunas cosas tenemos diferentes opiniones, pero en este tema de cuidar el medio ambiente siento que estamos muy unidos“.

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