El martes por la noche, el Hospital “Héctor Quintana” de San Salvador de Jujuy informó que murió la bebé nacida el viernes pasado tras la cesárea que le practicaron a una nena de 12 años que había sido violada por un vecino de 50 años.

Pese a que tanto la menor como su madre habían pedido por escrito que se active el protocolo de ILE (Interrupción Legal del Embarazo), tanto los médicos del hospital como las autoridades provinciales se negaron a hacerlo con el pretexto de “salvarles la vida”.

Con las autoridades jujeñas en el ojo de la tormenta, el gobernador provincial rompió el silencio: “En lo personal estoy en contra del aborto, pero se tendría que haber dado un paso hacia la legalización, en particular en muchos casos de adolescentes o situaciones injustas que no debieran penalizarse“, aseveró en diálogo con Radio La Red.

“Lamentamos mucho lo ocurrido; se ha cumplido con la ley, con la voluntad de la niña, de la madre y se han hecho todos los esfuerzos conformes a todos los protocolos del país para salvar la vida de la niña, que era la prioridad porque corría riesgo, y luego la del bebé, pero las cosas salieron mal y los extremos de ambos sectores no están conformes”, explicó Gerardo Morales. Y remató: “Estoy tranquilo de haber tomado la decisión correcta”.

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