En una medida sin precedentes, el presidente de los Estados Unidos calificó en las últimas horas a los cuerpos de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC), creada en 1979, como “organización terrorista extranjera”.

Las consecuencias de ello todavía no están definidas pero sí constituye un “cimbronazo” grave: nunca antes el Departamento de Estado había incluido en su lista a un entidad gubernamental de otro país.

Para colmo, ello ocurre en medio de una campaña del gobierno de Donald Trump para aumentar la presión sobre el régimen teocrático.

“Este paso sin precedentes reconoce la realidad de que Irán no solo es un Estado patrocinador del terrorismo, sino también que el IRGC, participa, financia y promueve el terrorismo como una herramienta estatal“, se afirma en el texto oficial.

Es el principal medio del gobierno iraní para dirigir e implementar su campaña terrorista global. La medida deja en claro los riesgos de llevar adelante negocios con, o proveer apoyo, a la IRGC. Si lo haces, estarás financiando al terrorismo”, agrega.

En numerosas oportunidades el gobierno iraní había advertido que si la IRGC era incluida en la lista en la que también aparecen Al Qaeda, Estado Islámicos, Hezbollah y Hamas, entre otros, tomaría represalias.

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