Desde que se conoció la firma del tratado, el presidente Mauricio Macri ha intentado mostrarlo como uno de sus mayores logros de gestión. Pese a que un puñado de empresarios y funcionarios lo han presentado como un gran “paso adelante”, las críticas de la oposición arreciaron inmediatamente.

Sin embargo, los cuestionamientos ahora también vienen desde afuera: el gobierno de Emmanuel Macron informó que Francia no está “por ahora preparada para ratificar” el acuerdo comercial.

Sibeth Ndiaye, portavoz de la administración francesa, aseveró: “Vamos a mirarlo con detalle y, en función, de estos detalles se va a decidir”.

“Vamos a pedir garantías. No puedo decirles que vamos hoy a ratificar el Mercosur. Francia no está por ahora lista a ratificarlo”, agregó sin medias tintas.

? El agro francés, uno de los máximos obstáculos del acuerdo entre el Mercosur y la UE.

Por otra parte, el titular del Ministerio de Transición Ecológica y Solidaria, François de Rugy, destacó: “Una de las “consecuencias indirectas del pacto es que Brasil se haya comprometido a no salir del ‘Acuerdo de París‘. Sin embargo, el tratado entre el Mercosur y la Unión Europea no ha sido ratificado aún y no lo será si no se respetan sus compromisos en materia ecológica. No habrá ratificación si Brasil continúa con la deforestación en el Amazonas“.

El sector agrícola francés es uno de los más reacios a avanzar en un acuerdo comercial con los países latinoamericanos: temen que su industria se vea afectada por la llegada masiva de productos sudamericanos al mercado.

Asimismo, saben que las diferencias en las prácticas entre ambos continentes no les son favorables a la hora de competir: mientras que ellos deben cumplir cada vez más con los compromisos ecológicos y atenerse a estrictas normas medioambientales, en países como Argentina y Brasil se usan de manera intensiva el glifosato, la soja modificada genéticamente y los antibióticos como hormonas de crecimiento.

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