Desde hace varias semanas, miles de bomberos y miembros de los servicios de emergencia combaten el fuego en las cientos de miles de hectáreas afectadas por los nuevos focos que aquejan a California.

En medio de altas temperaturas y baja humedad, el gobernador estatal, Gavin Newsom, decidió declarar el estado de emergencia ante el avance del ciclo de incendios. Aunque los helicópteros trabajan incansablemente, el panorama se agrava cuando hacen su aparición vientos de casi 130 kilómetros por hora.

La situación es preocupante: a las evacuaciones masivas de personas y la destrucción total de muchas casas, se le sumó la falta de electricidad. La mayor empresa de servicios públicos, la Pacific Gas & Electric (PG&E), decidió cortarle por tercera vez el suministro de electricidad a cientos de miles de clientes en el norte y centro de California para reducir la propagación del fuego.

? Una de las zonas más golpeadas es la vinícola del Valle Sonoma al norte de San Francisco: el fuego arrasó 267 kilómetros cuadrados y destruyó 96 estructuras.

?? Los incendios del 2017 y del 2018 fueron los más mortíferos de la historia de California. Aunque los focos que se desataron hasta el momento no pueden compararse con su magnitud, el medio de se apoderó de los californianos.

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