Un avión de pasajeros ruso Sukhoi Superjet 100 aterrizó este último domingo de emergencia y envuelto en llamas en el Aeropuerto Sheremetyevo.
La aeronave había despegado 40 minutos antes con destino a Murmansk y debió regresar a Moscú luego de reportar una emergencia por un posible impacto de rayo y falla en los sistemas electrónicos y de comunicación.
Cuando finalmente tocó tierra, repleto de combustible, se produjo un incendio devastador: aunque varios pasajeros y miembros de la tripulación lograron descender por los toboganes, 41 personas perdieron la vida.
Las autoridades acaban de iniciar la pesquisa penal para entender exactamente qué ocurrió, sin descartar una posible violación en los protocolos de seguridad.
Entre las causas que se investigan están el “error humano y una formación deficiente del piloto, problemas en los controladores aéreos, problemas técnicos y el estado del clima”.
