El ex presidente boliviano Evo Morales llegó este martes pasado el mediodía al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

A dos días de su renuncia forzada por la Policía y las Fuerzas Armadas, el ahora ex mandatario recibió asilo por “razones humanitarias” en el país de Andrés Manuel López Obrador, a quién agradeció por “salvarle la vida”.

Al bajar del avión fue recibido por el canciller Marcelo Ebrard y una pequeña comitiva del gobierno mexicano: allí brindó un pequeño discurso.

Mientras tenga vida seguiré en política, seguiré en la lucha”, aseveró ante los micrófonos. “Digo esto porque el 9 de noviembre cuando llegaba a Cochabamba un miembro del Ejército me informó y me hizo leer mensajes en el que le pedían que me entregue a cambio de 50 mil dólares. Fue un día antes de que presentáramos nuestra renuncia”, agregó.

“Para que no haya más hechos de sangre, hemos decidido renunciar. Quiero decirles, estamos muy agradecidos porque el presidente de México, al pueblo boliviano le salvó la vida”, sentenció.

Vale la pena recordar que el viaje fue un verdadero periplo lleno de cambios de último momento por parte de varios gobiernos que se negaron a “recibirlo en su espacio aéreo” y terminaron afectando el plan de vuelo previsto inicialmente.

¿Quiénes le pusieron obstáculos? Además de los militares bolivianos, el gobierno de Perú suspendió su permiso de vuelo “por razones políticas” luego de habérselo dado en un primer momento; el gobierno de Ecuador, comandado por Lenin Moreno, también le impidió sobrevolar su espacio aéreo; por último, hubo un “tira y afloje” con Brasil, quien terminó cediendo y permitiendo el despegue del avión.

? Evo Morales: “Nuestro peor delito, pecado, es que ideológicamente somos antiimperialistas. Que sepa el mundo entero, no por este golpe voy a cambiar ideológicamente”.

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