Hace 15 años atrás un grupo de espectadores encendió una bengala de fuego en pleno show de Callejeros. La misma alcanzó la mediasombra que estaba en el techo de Cromañón: tanto los inspectores del gobierno porteño como el dueño de la discoteca, Omar Chabán, habían hecho la vista gorda sobre la peligrosidad de esa tela.
Como era costumbre el uso de fuegos artificiales en los recitales, la banda no paró el show al ver que sus fanáticos los encendían, incluso en un lugar cerrado.
El lugar estaba habilitado para 1037 personas pero dentro del lugar había más de 3000. Las graves fallas de los organismos de control terminaron con la destitución del por entonces jefe de gobierno porteño Aníbal Ibarra.
Con la luz cortada y varias salidas de emergencia bloqueadas, la tragedia se materializó: 194 pibas y pibes murieron y unos 1.400 más quedaron heridos.
Las víctimas murieron en su mayoría por inhalación de monóxido de carbono y los cuerpos eran tantos que las ambulancias no alcanzaban para trasladarlos: autobombas, móviles policiales y autos particulares ayudaron a salvar vidas. Los vecinos y aquellos que pasaban por el popular barrio de Once también tuvieron un rol importante a la hora de sacar gente del lugar.
A lo largo de todos estos años, la “Tragedia de Cromañón” tuvo cuatro juicios orales: fueron juzgadas 26 personas de las cuales 21 de ellas fueron condenadas y 18 fueron a prisión. Casi todos recuperaron la libertad y la mayoría tiene la condena cumplida. El único que sigue detenido es el baterista de la banda, Eduardo Vázquez, pero por el femicidio de su pareja, Wanda Taddei.
✊? ¡PROHIBIDO OLVIDAR!
