Desde el pasado 23 de diciembre en Mar del Plata una ordenanza prohíbe el uso de pirotecnia sonora en el partido de General Pueyrredón. La medida fue replicada por otros municipios de la Costa Atlántica y en casi todos ellos los comerciantes intentaron apelar la decisión, aunque con resultados dispares.

Con un alto grado de atino y de conciencia, la ordenanza 21622 contra el uso de la pirotecnia, publicada el último 23 de diciembre en Mar del Plata, busca “prevenir futuros incidentes y accidentes por el uso indebido, además de preservar la salud de aquellas personas con mayor vulnerabilidad, la flora y fauna, en especial de niños con autismo, o animales domésticos”.

La medida, que se extiende a todo el partido de General Pueyrredón, fue rápidamente replicada por varios municipios de la Costa Atlántica pese al enojo y, en muchos casos, la apelación judicial de los comerciantes. En otros lugares, sin embargo, hasta las autoridades se oponen a la prohibición.

En Pinamar, por ejemplo, se prohibió la venta pero la apelación de la Cámara local logró que se suspendiera la medida. Ante este escenario, el intendente decidió delimitar una “zona de uso de fuegos artificiales” que no comprometa a los bosques ni a vecinos.

Monte Hermoso, por su parte, continúa desoyendo el pedido de miles y miles de personas que ven su vida afectada por los fuegos artificiales y sus respectivos estruendos: las autoridades locales anunciaron un “Año Nuevo iluminado” para las primeras horas del 2020.

¿CHAU PIROTECNIA?

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