La fuerte explosión que sacudió este último martes el puerto de Beirut dejó hasta el momento un centenar de muertos, más de cuatro mil heridos, personas desaparecidas debajo de los escombros y decenas de cuadras destrozadas y otras tantas llenas de escombros por la onda expansiva.

El gobernador de la capital libanesa, Maruan Abboud, confirmó en las últimas horas el panorama catastrófico: “Alrededor de 200.000 o 250.000 personas se quedaron sin hogar. Estamos trabajando para proveer comida, agua y vivienda“.

A pesar de la confusión inicial y de las teorías conspirativas -se habló de sabotajes, bomardeo, presencia de armas y fuegos artificiales- que florecieron con el correr de las horas, el director de Aduanas del Líbano, Badri Dahar, se encargó de echarlas por tierra.

El funcionario informó que la explosión ocurrió en el Almacén 12 del puerto luego de que se desatara un incendio: el área contenía materiales altamente explosivos.

El propio primer ministro libanés, Hasan Diab, reveló que “un cargamento de nitrato de amonio de 2.750 toneladas sin custodiar” fue la causa del desastre.

? La devastación, en imágenes:

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