Luego de que a fines de la semana pasada Francia registrara casi 17.000 casos positivos en 24 horas, las autoridades parisinas ratificaron la medida que habían tomado unos días antes: volver a cerrar la capital, al menos por unos días.

París volvió a ser declarada en estado de alerta máxima por la expansión del virus luego de que los hospitales quedaran al borde del colapso por lo que se decidió, a pesar de las protestas, el cierre de los tradicionales bares, además del recorte a la mitad de las actividades en las universidades.

También se cerrarán gimnasios y piscinas, actividades en carpas y los casamientos quedarán limitados al momento del enlace, sin posibilidad de que haya convite o fiesta posterior.

Los comercios limitarán la asistencia a un cliente por cada cuatro metros cuadrados de superficie, se urgió a las empresas a recurrir al teletrabajo y se recordó que el uso de la mascarilla o barbijo es obligatorio.

💬 Didier Lallement, prefecto de la Policía de París: “Estamos en una nueva etapa. Tenemos que estar a la altura del desafío. La epidemia avanza demasiado rápido, tenemos que frenarla ahora antes de que el sistema sanitario quede desbordado“.

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