Ni el frío ni la economía ni la pandemia dan tregua y quienes más lo sufren, por supuesto, son las personas en situación de calle a los que se les niega el derecho a la vivienda pero no sólo eso sino que hasta los más elementales: desde elementos sanitizantes hasta un baño, un poco de agua o un plato de comida.

En los últimos días el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) avanzó unilateralmente con el “Censo de personas en situación de calle” rompiendo con los acuerdos rubricados a fines de diciembre con Proyecto 7, el CELS, la ACIJ, la Asamblea Popular de Personas en Situación de Calle, el Ministerio Público de la Defensa y la propia Defensoría del Pueblo: por ese entonces se firmó un acta para, después de tantos años, unificar criterios y hacer un único relevamiento, todos juntos.

El antecedente era claro y preocupante: en 2019, el último año que se hizo el censo debido a la pandemia, las organizaciones sociales y los organismos que trabajan día a día en la temática relevaron 7.251 personas sin techo en la Ciudad de Buenos Aires mientras que la administración de Horacio Rodríguez Larreta “encontró” sólo a 1.146 sin hogar.

Sin embargo, la mesa de diálogo entre las partes se rompió en los últimos días y la administración porteña aprovechó para acelerar y realizarlo a su manera, sin tener en cuenta los acuerdos ni las propuestas debatidas en todos estos meses.

💬 “No hay preguntas sobre Covid, ni sobre vacunación: no se pudo saber a ciencia cierta si el entrevistado, en edad y condiciones de riesgo, tiene idea al menos de que la Ciudad de Buenos aires está vacunando a personas que como él son población de riesgo”

Se buscó reducir el rol de las organizaciones sociales y organismos de defensa a observadores no participantes y se desconoció el pedido, argumentado, de extender la duración del censo y se adjudicó a la falta de tiempo la toma unilateral de decisiones sobre la metodología“, explicaron a través de un comunicado reproducido en el portal “El Grito del Sur”.

Siempre sostuvimos que además de contar personas, hay que entender cómo viven. El Gobierno de la Ciudad no lo contempla“, agregó Rosario Fassina, del Programa Derecho a la Ciudad de ACIJ, en diálogo con “Tiempo Argentino”.

Claudia Enrich, de “Ciudad Sin Techo”, estimó que los números serán mayores a los que se espera y que todas las organizaciones son testigos del aumento exponencial en el último año y medio: “Se duplicó la población respecto a las más de 7.000 que eran en 2019, con los desalojos y las familias nuevas que hay en la calle“.

Conocer cuántas personas duermen en la calle y relevar sus particularidades permiten aceitar políticas públicas y programas de asistencia para sacarlos de su situación: todo indica que el oficialismo porteño volverá a mirar para otro lado y brindará “números oficiales” alejados de la realidad cotidiana.

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