La precandidata a la presidencia por el Nuevo MAS habló en diálogo con Página 12 sobre sus propuestas de cara a las PASO y las elecciones generales además de puntualizar en las dificultades que tiene la izquierda argentina para confluir en un frente más amplio y plural.

El primer punto es un salario mínimo vital y móvil que parta de los 500 mil pesos indexados por la inflación. Vemos dos fenómenos nuevos y preocupantes en la Argentina: que los trabajadores conveniados están por debajo de la línea de la pobreza, lo vimos con el paro reciente de la UOM; y el otro es el pluriempleo, dos o tres trabajos para llegar a fin de mes y uno de ellos o varios bajo monotributo sin registro ni derechos”, afirmó Manuela Castañeira en diálogo con Página 12.

Pensamos sacar el dinero de la ganancia de las multinacionales o las grandes empresas argentinas, que tienen un PBI entero fugado, dicho por el INDEC, de nuestro país. Quiere decir que hay riqueza en nuestro país y la manera de dejarla en Argentina es redistribuirla hacia el salario y generar así un impacto sobre el mercado y el consumo interno”, agregó.

En esta línea, planteó la ruptura y el no pago al Fondo Monetario Internacional (FMI): “El gobierno rifa los pocos recursos que tiene la Argentina en la deuda ilegítima macrista, porque ahora no se está pagando solo con derechos especiales de giro sino con recursos propios de la Argentina. Ya perdió 10 mil millones de dólares para pagarle al FMI. El discurso tiene que ser al revés, no cómo le pagan al FMI sino cómo piensan crecer si le pagan al FMI. La utopía es decir que pagando deuda se compra soberanía”.

Por último, sobre la imposibilidad del Nuevo MAS de ir a las PASO dentro del Frente de Izquierda, sentenció: “Lamento la división y creo que es necesaria la unidad. Hay división por responsabilidad del FIT que dirige Myriam Bregman. Le propusimos una PASO y dijeron que no. Le propusimos una fórmula única cuando supimos que Gabriel Solano iba a la PASO con su lista y me dejó de contestar. Me parece irresponsable, porque ellos dicen que está resuelto el tema de la unidad porque existe el FIT, que con cuatro candidaturas en diez años está en una grave crisis, utilizan las primarias como un negocio para ver quién pasa y quién no. Son prácticas punteriles, pejotistas, que nada tiene que ver con la tradición la izquierda“.

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