Destrozos en Bragado y Pringles, inundaciones en Luján y San Antonio de Areco; Tigre y San Fernando estuvieron bajo el agua; Lanús y Avellaneda también: la Provincia de Buenos Aires está con el agua al cuello desde hace casi una semana.

Luján AGUA

La proliferación de countries y  barrios cerrados dista de ser un fenómeno exclusivo de los 90′ y permite dar cuenta de qué clase de ciudad se está gestando: durante los últimos diez años este modelo de ciudad excluyente se consolidó al mismo tiempo que cristalizó e inscribió las desigualdades económicas y sociales en el espacio.

El boom inmobiliario que expulsa y concentra; la construcción de viviendas sobre tierras inundables; el desvío de cursos de río a lo largo de todo el país; el impacto de la minería y el modelo sojero, son procesos de largo alcance que convergen y tienen un alto impacto en el medioambiente: las inundaciones deberían de ser explicadas teniendo en cuenta este trasfondo.

Bernal AGUA

Más allá de esto, la desidia de funcionarios nacionales, provinciales y municipales también tienen su parte en el asunto: la habilitación de estos megaemprendimientos y obras hidráulicas que se prometen pero nunca se hacen constituyen también el reverso de las inundaciones.

Como si esto fuera poco, se dió a conocer que, al 31 de julio de 2014, se había ejecutado tan solo el 9,5% de lo presupuestado en el programa para “Control de Inundaciones” de la Provincia de Buenos Aires: los resultados están a la vista.

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