Crisis, distanciamiento, descomposición, enojo… todas esas palabras utilizó la prensa española y catalana para referirse al conflicto que sacude al Barcelona.page

La derrota por 1 a 0 ante la Real Sociedad en Anoeta trajo más consecuencias de las previstas: el desplante de Lionel Messi y su enojo con el entrenador Luis Enrique, la decisión del presidente de despedir a Andoni Zubizarreta, la salida de Puyol y la puesta en duda del técnico asturiano.

“El divorcio entre Luis Enrique y Leo Messi a día de hoy es total. La escenificación se produjo ayer cuando el argentino no fue a entrenarse con el resto de sus compañeros. (…) Messi no fue por el enfado derivado de su suplencia en el partido del domingo en Anoeta. La excusa oficial fue una gastroenteritis, pero no se la creyó nadie. De hecho, era el parte médico habitual que enviaba el club cuando Ronaldinho decidía no entrenarse después de una farra. Leo quería dejarle bien claro a Luis Enrique su enfado en lo que supone un pulso a su entrenador en toda la línea”, aseguraron desde el diario Marca.

Para el periódico español el conflicto no es sólo algo pasajero: “No será fácil reconducir la situación. A Messi no le gusta cómo está trabajando Luis Enrique. No le gustan sus planteamientos en los que sin motivos aparentes deja en el banquillo a varios titulares. Eso sucedió en San Sebastián y también en Almería. Y el problema es que este sentimiento no es único. Hay otros jugadores, pesos pesados del vestuario, que opinan lo mismo que Messi. No entienden algunos planteamientos de su técnico y tampoco le gusta el trato humano que reciben”, afirman.

Messi - Luis Enrique

“Desde hace tiempo, el técnico y el emblema del equipo no mantienen una buena relación y tampoco han hablado largo y tendido para limar asperezas. Luis Enrique no es muy amigo de mantener charlas individuales con sus jugadores (tampoco lo hacía en el filial) y al argentino no le hacen demasiada gracia estos diálogos”, aseveró, por su parte, el diario Sport.

La relación entre Lionel Messi y Luis Enrique parece no tener retorno: el asturiano no es modo alguno Pep Guardiola, quien se mostró en el pasado con la muñeca – y el respaldo – suficiente para manejar este tipo de problemas.

Incluso, volvieron a crecer los rumores que afirman que el crack rosarino ya no está a gusto en la ciudad catalana y no vería con malos ojos emigrar al Chelsea, al Paris Saint-Germain o al Manchester City. ¿Cómo seguirá la historia de la “Pulga” en el Barcelona?

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