Desde el 1 de octubre, recrudeció la tensión y la violencia entre Israel y Palestina. Este martes, tres cuidadanos israelíes murieron al ser atacados en Jerusalem.
Dos palestinos, armados con cuchillos y una pistola, llevaron adelante un ataque en un autobus de Jerusalem, matando a dos cuidadanos israelíes e hiriendo a tres más.
Al mismo tiempo, pero en un barrio judío ultraortodoxo, un auto frenó en una parada de colectivos y otro sujeto se bajó a acuchillar a quienes estaban allí esperando: un hombre de aproximadamente sesenta años falleció por las heridas infligidas.
“Esta última ola de terrorismo es la misma que sufrimos hace catorce años. Vamos a tomar medidas más agresivas”, aseguró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Según reprodujeron medios internacionales, en las primeras horas del día, los grupos palestinos “Al Fatah” y “Hamas”, declararon un “día de furia” en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este.
Durante las últimas semanas, las fuerzas de seguridad de Israel asesinaron a balazos a varios manifestantes y jóvenes palestinos mientras que estos últimos iniciaron una ofensiva armada en los barrios fronterizos y en el centro de Jerusalem.
