Tanteando ánimos e inmiscuyéndose por los resquicios abiertos por la llegada a la presidencia de Mauricio Macri, el Diario La Nación emitió un editorial pidiendo “verdad completa” y que se libere a represores condenados.

Dictadura II

Lejos de ser un tema terminado y empolvado, las significaciones y los imaginarios en torno a la última dictadura militar, los desaparecidos y los procesos de justicia que de ello derivaron siguen siendo un campo en disputa y de lucha.

El editorial de La Nación es, en este sentido, una prueba fehaciente de ello: los pedidos de una “verdad completa” – en oposición a una “verdad parcial” que detentan los organismos de DDHH y que habría sido legitimada por el Estado durante los últimos doce años – y del fin de la “cultura de la venganza” son la punta del iceberg de un entramado de personajes e intereses que buscan torcer las condenas de los cientos de represores, perpetradores y cómplices de crímenes y delitos de lesa humanidad que se encuentran en las cárceles.

La apelación al “vergonzoso padecimiento de condenados” a la que echa mano el diario creado por Bartolomé Mitre no es menor: la otra cara de la denuncia es la lisa y llana intención de conseguir su liberación. Pensar el cumplimiento de la condena de prisión de estos militares como “nuevas violaciones a los derechos humanos” es, sencillamente, una aberración.

Ni que hablar de los adjetivos y expresiones utilizadas a lo largo de los párrafos: “izquierda ideológicamente comprometida con los grupos terroristas”, “izquierda verbosa”, “los años de la represión subversiva”. Un editorial que destila odio entremezclado con el pedido de impunidad.

In this file picture taken March 29, 1976, Gen. Jorge Rafael Videla is sworn in as Argentina''s new president flanked by Adm. Emilio Massera, left, and Brig. Orlando Agosti, right at Buenos Aires Government Palace after a military coup led by Gen. Jorge Rafael Videla to overthrow President Isabel Peron March 24, 1976. At least 9,000 people are officially listed as disappeared or dead during the so-called "Dirty War" that right-wing military officers waged on leftists and other political dissidents after Videla''s coup. Human rights organizations put the toll of dead and missing at nearly 30,000. (AP Photo/Eduardo Di Baia) ARGENTINA ANNIVERSARY

La “teoría de los dos demonios” revisitada también encuentra su momento cúlmine en la frase: “A la sociedad argentina de los años setenta no era necesario explicarle que el aberrante terrorismo de Estado sucedió al pánico social provocado por las matanzas indiscriminadas perpetradas por grupos entrenados para una guerra sucia”. La secuencia de la violencia política – reproducida, con diferencias, en el primer y el segundo prólogo del “Nunca Más” – es algo que sigue sin ponerse en cuestión y que sirve, en este caso, como justificación ideológica de los crímenes cometidos.

La comparación con un narcotraficante chaqueño que realiza el editorial respecto de la revocación de la prisión domiciliaria para los coroneles Carlos Saini y Oscar Bardelli, el capitán de navío Carlos Robbio y el almirante Antonio Vañek tampoco es inocente. Igualar, por ejemplo, a un ex Comandante de Operaciones y Vicealmirante retirado de la Armada como Vanek, condenado a 40 años de prisión por el plan sistemático de robo de bebés en la ESMA, con un traficante de cocaína entraña numerosos peligros.

Por suerte, el rechazo llegó rápido y no sólo por parte de las organizaciones sociales y de derechos humanos sino también por periodistas y trabajadores del mismo diario. Pese a que Mauricio Macri, en su primera conferencia de prensa como presidente electo, afirmó que “la Justicia tendrá independencia para seguir con los juicios“, ya han comenzado los intentos y embates para poner seriamente en cuestión la validez de estos procesos.

El repudio generalizado a este editorial, y teniendo en cuenta la ambivalente respuesta del líder del PRO, se vuelve una cuestión central: de lo que se trata es, entonces, de marcar la cancha antes de que sea demasiado tarde.

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