Los habitantes de Jáchal vienen movilizándose desde hace tiempo contra las autoridades gubernamentales por la connivencia entre éstas y los directivos de las mineras.

Jachal Agua II

El lema “Nuestra vida y el agua de nuestro pueblo no valen 145 millones de multa a la Barrick. Cierre, remediación y prohibición” cobró relevancia luego de que el gobierno sanjuanino decidiera, tras meses de negar la contaminación, sancionar a la empresa canadiense Barrick Gold en concepto de multa por el derrame de cianuro en agosto del 2015 en la mina Veladero, en San Juan.

Hace algunas semanas atrás, un peritaje oficial detectó cianuro en cinco ríos de la Provincia de San Juan: “Estamos ante una clara infracción de la ley 24.051, por encontrarse acreditada la contaminación en los ríos Potrerillos, Jachal, Blanco, Palca y Las Taguas, en virtud de hallarse sustancias tóxicas fuera de la reglamentación”.

Los investigadores hallaron “una excesiva concentración” de sales y cobalto en el agua de red domiciliaria, lo que demuestra que, más allá de las excusas de la empresa y las autoridades gubernamentales que la secundan, el impacto en la vida de los habitantes es alto y las consecuencias del derrame tóxico todavía no se han visto en su dimensión.

Jachal Agua

El juez de la Segunda Circunscripción judicial, Pablo Oritja, procesó a nueve ejecutivos de la minera canadiense por el derrame de más de un millón de litros de solución cianurada.

Más allá de este primer paso, las penas que se prevén para estos casos son demasiado leves si estamos efectivamente hablando de la contaminación de cinco ríos y varias comunidades con sustancias tóxicas para la salud humana: el delito por el que se los procesó está tipificado en el artículo 56 de la Ley nacional de Residuos Peligrosos (24.051), e impone una pena de 1 mes a 2 años de prisión en suspenso y, en caso de que sean encontrados culpables, la sanción no será de cumplimiento efectivo.

La confirmación de estos resultados no es un hecho menor teniendo en cuenta que tanto la Barrick Gold como los funcionarios públicos desmintieron desde el primer momento cualquier tipo de contaminación poniendo en peligro – a través de mentiras y evasivas – a los habitantes de Jáchal y los pueblos cercanos.

Uno de los primeros en salir a defender a la Barrick Gold fue el por entonces gobernador de San Juan, José Luis Gioja, quien, sin contar con ningún tipo de estudio ambiental, rechazó de plano la posibilidad de que haya contaminación. En la misma línea corrieron los dichos de Jaime Bergé, titular de la Cámara Minera de San Juan, quien, a mediados de septiembre, afirmó: “Podés tomar medio vaso de agua con cianuro que no te va a hacer nada”.

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