El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable sigue desoyendo las críticas de especialistas, organizaciones sociales y vecinos que sufren las consecuencias de esta práctica extractiva.

Bergman

A Sergio Bergman no le alcanzó el “cruce de columnas” con Enrique Viale ni las decenas de movilizaciones y protestas de los vecinos de Jáchal para replantearse la responsabilidad de la megaminería en la contaminación ambiental y la devastación de pueblos enteros y sus economías.

En una visita a la Provincia de La Rioja, el ministro aseguró: “Hay que dejar de lado las posiciones anti y decirnos las cosas como son. Estoy a favor de la legalidad y de cumplir las reglas pero hay que debatir sin banderías políticas ni de campaña”.

Que Bergman haya hecho semejante declaración allí no es un error: por el contrario, busca respaldar a los gobernadores locales que impulsan este tipo de políticas extractivas a la vez que disciplinar a, por ejemplo, los vecinos de Famatina que en los últimos años evitaron que se instalen empresas como la Barrick Gold, Osisko Mining Corporation, Shandong Gold y la salteña Midais.

“A nivel nacional, en la administración de Mauricio Macri, la minería es una actividad lícita y legal. Es política de Estado, su desarrollo para fortalecer la economía, pero de manera sustentable. La minería es una actividad que se debe desarrollar y debe crecer para dar trabajo en todos los rincones del país”, sentenció.

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