Junto a Mauricio Macri, el funcionario nacional aseguró que “están trabajando en la misma agenda” que el mandamás del Vaticano.

Triaca X

Por momentos, el tránsito entre las “cartas papales”, las “cartas eclesiásticas” y las respuestas gubernamentales en torno a la pobreza y la situación social parecen tragicómicas: los gobiernos locales siguen sin tocar los privilegios de la Iglesia Católica; otorgándole terrenos públicos y financiándola de punta a punta.

Primero fue Mauricio Macri quien, en la Casa Rosada, apuntó: “El papa Francisco describió que quien paga el pan con esfuerzo propio tiene otro sabor, es así. Como dije el 9 de Julio, somos una única sociedad, un único barco”.

Ahora, el titular del Ministerio de Trabajo, Jorge Triaca, se hizo también eco de la carta enviada por Jorge Bergoglio al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo: “El Papa Francisco una vez más nos ayuda a plantear lo que está pasando en Argentina. Este gobierno está trabajando en la misma agenda”.

“A mediados de agosto vamos a tener la cifra del INDEC fidedigna y precisa de la desocupación. Tenemos en agenda generar más trabajo como dijo el presidente, trabajar en la formación y en la capacitación, en la inclusión de muchos argentinos que hoy están en la informalidad laboral, vamos a trabajar con todos los sectores para mejorar esa situación”, agregó Triaca.

“El gobierno ha dado respuesta a los sectores más vulnerables. Creemos que describe claramente la situación y a partir del diálogo con la Iglesia y otros sectores vamos a trabajar en conjunto para resolver los problemas de los argentinos”, prosiguió vagamente el ministro.

Resulta curioso que ni la “mala” relación entre Mauricio Macri le puso un alto a esta histórica política de entregarle fondos y patrimonios estatales a la Iglesia Católica: a fines del año pasado, y gracias al voto en conjunto del PRO y el Frente Para la Victoria (FPV), el GCBA le cedió más de 30.000 metros cuadrados a la Iglesia Católica.

En vez de ocuparse de la construcción de viviendas sociales o de la urbanización de los barrios y villas, las autoridades porteñas decidieron, en ese entonces, transferir varios inmuebles que pertenecían al Instituto de la Vivienda (IVC).

El panorama a nivel nacional no es muy distinto y cruza a todos los gobiernos: el Eastado argentino le paga el sueldo mensualmente a obispos, curas y seminaristas (estudiantes de curas); ademas de otros aportes para el mantenimiento y el funcionamiento de las iglesias.

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