La ocupación ilegal del espacio público tiene sus vencedores y sus vencidos: mientras se anunciaban inversiones en Vaca Muerta, mapuches eran reprimidos en Chubut.

Heridos, detenidos y vulneración de derechos se conjugan una vez más en un operativo de las fuerzas de seguridad contra los pueblos originarios.

Esta vez, miembros de Gendarmeria e Infanteria cargaron contra la comunidad Mapuche Cushamen, en la Provincia de Chubut, para “liberar las vías del tren La Trochita”: todavía mantienen militarizada la comunidad, impidiendo el acceso y cercándolos.

“Entraron a los tiros, golpearon a los hombres, esposaron a las mujeres, rompieron todo. Eran alrededor de 200 gendarmes y dos drones para reprimir a una comunidad de diez adultos y cinco chicos. Nos tratan de indios terroristas que queremos sembrar el pánico y ahora el pánico lo instalan ellos”, denunció Soraya Maicoñia a la prensa.

El tren atraviesa los campos ubicados en el noroeste de Chubut, que las comunidades aseguran que les pertenecen porque fueron de sus ancestros: estuvieron en manos del empresario textil Benneton hasta que fueron recuperados por ellos en marzo de 2015.

“El fondo del conflicto es que recuperamos las tierras para el pueblo mapuche que estaban en manos de Benetton, dueño de más de un millón de hectáreas en la Patagonia. Hay documentos históricos que prueban que aquí vivían nuestros pueblos antes de la Conquista del Desierto cuando les entregaron las tierras a los ingleses. En 1994 Carlos Menem se las vendió a Benetton por muy poca plata”, agregó la referente mapuche.

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