Pese a que los niveles de violencia y tensión descendieron, la incertidumbre todavía está instalada en el barrio de Once.

Los avances en las negociaciones fueron escasos desde el martes a la tarde hasta este mismo miércoles: el acuerdo entre el heterogéneo grupo de “manteros” y las autoridades porteñas no parece andar por un camino sencillo.

Un importante grupo de manifestantes continúa con el corte total en la Avenida Pueyrredón a la altura de Bartolomé Mitre, mientras la Policía los custodia y los cerca.

Desde las diez de la mañana, los principales referentes de los “manteros” participaron de una reunión con representantes del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en la Secretaría de Trabajo. Sin embargo, la misma no terminó con el conflicto: devuelta en Once, los manifestantes advirtieron que retomarán las charlas con las autoridades a la tarde y, en caso de no arreglar el inconveniente, “cortarán todo”.

La propuesta de la administración porteña es empadronar a los puesteros para que puedan inscribirse en el monotributo social y de este modo sean capaces de desempeñar su actividad fuera del espacio público, preferentemente en un galpón que se les asignará luego.

Pese a que una parte de estos vendedores aceptaron, la mayoría sigue reacia: consideran que la mayor cantidad de sus ventas se concretan precisamente por el lugar en el que están ubicados y que perderían terreno en cualquier otro sitio.

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