La primer ministra británica empezó a delinear la salida y estableció 12 prioridades en sus negociaciones futuras con la Unión Europea (UE).
“No habrá membresías parciales ni asociaciones a la Unión Europea ni nada que nos deje mitad adentro y mitad afuera. No queremos membresía al mercado común, sino el mayor acceso posible a éste”, señaló con dureza Theresa May.
“Abandonamos la Unión Europea, pero no a Europa. Seguiremos trabajando con nuestros aliados europeos en materia de política exterior y en seguridad. No queremos adoptar un modelo similar al que poseen los otros países. No queremos llevarnos pedacitos de membresía mientras nos vamos”, agregó.
La primer ministra confirmó que el Reino Unido convertirá las actuales leyes comunitarias en legislación británica cuando salga de la Unión Europea, pero que será el Parlamento el que decida después qué cambios se harán en cada una de las normas legislativas.
“Esto le dará al país la máxima certeza. Las mismas reglas y leyes se aplicarán el día después del ‘Brexit’, igual que antes. Será el Parlamento británico el que decida sobre cualquier cambio a la ley después de un escrutinio y adecuado debate parlamentario”, explicó.
Entre otras cosas, May advirtió que uno de los puntos más importantes pasará por recuperar el control total de las fronteras del país y la inmigración: “No se puede controlar la inmigración teniendo libre tránsito de personas de Europa a Gran Bretaña”.
