El recital que dio el ex Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota fue un caos mayor de lo previsto: avalanchas, predio colmado y muertes en el campo.

“La gente de Defensa Civil: ¡¿Dónde está?! Hay gente tirada en el suelo. Si siguen empujando así no vamos a terminar el show. Desgraciadamente se junta mucha gente y no se puede controlar. Paren un cachito, están pisando a gente que está borracha”, gritó el Indio Solari tras los últimos acordes de “Ropa Sucia”.

Más de 300 mil personas coparon el predio conocido como “La Colmena” en la localidad bonaerense de Olavarría: como suele suceder en sus recitales, el lugar estaba habilitado para muchas personas menos, en este caso 200.000.

El número de espectadores todavía no pudo ser confirmado por las autoridades ni los organizadores del show pero los testigos advirtieron que a los que ingresaban no se les pedía la entrada, algo que también es moneda corriente en los shows del músico.

La Municipalidad de Olavarría afirmó en las últimas horas que se vendieron 325.000 entradas para el recital pero algunos testigos presumen que hubo mucha más gente. La esposa de Javier Leal, uno de los fallecidos, dijo que “había como 600.000”.

Desde el hospital local informaron que hubo una gran cantidad de heridos durante el recital, producto de avalanchas que provocaron desmayos e intoxicaciones: muchos de los asistentes e retiraron durante el show previendo la salida caótica.

El secretario de salud de Olavarría, Germán Maroni, aseguró que los dos muertos no son oriundos de esa ciudad: ambas personas ingresaron al nosocomoio local ya sin vida, uno por politraumatismos y el otro por un paro cardiorrespiratorio.

Mientras los forenses se encuentran realizando investigaciones más exhaustivas, la Municipalidad de Olavarría difundió los resultados preliminares de las examinaciones.

De acuerdo a los informes, el médico legista Roberto Vasermanas, quien se encarga de llevar adelante los procedimientos médico-forenses, adelantó que Javier León, de 42 años, y con domicilio en Los Polvorines, falleció por una trombosis cardiopulmonar.

En tanto, el segundo hombre, Juan Francisco Bulacio, tenía 36 años y era de Garín, también falleció por paro cardiorespiratorio traumático y no presentaba “señales de aplastamiento interno”.

Pero los problemas no terminaron allí. El caos se trasladó a las horas siguientes de finalizado el recital: con tanta cantidad de heridos y gente desaparecida, muchos micros salieron sin todos sus ocupantes. Cientos de personas quedaron literalmente “varadas” en la localidad bonaerense sin posibilidad de volverse a sus casas.

Los incidentes comenzaron entonces en la terminal de ómnibus de la ciudad ante la insistencia de los fanáticos del Indio Solari de subirse a la fuerza a los pocos micros que partían: hubo denuncias de “saqueos”, forcejeos, detenidos y enfrentamientos con la policía.

La gobernación decidió intervenir para controlar la situación y dispuso algunos micros y camiones para desconcentrar a la gente: en otra muestra de la precaria legalidad y apego a las normas que reina en la Argentina, decidieron cargar a la gente sin ningún tipo de medidas de seguridad.

Recién algunas horas más tarde se dispuso un tren que arribó en horas de la mañana a Constitución para que los últimos fanáticos lleguen a la Ciudad de Buenos Aires y, desde allí, se trasladen a sus casas.

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