“Los europeos tenemos que tomar el destino en nuestras manos”, disparó la canciller alemana Angela Merkel en un mitín partidario en Munich.

Con esas palabras, la cara más emblemática de la Unión Europea (UE) resumió las bajas expectativas con las que regresó de la reunión del G7 en Italia.

“Los tiempos en los que podíamos depender y contar completamente con los otros se han terminado. Me dí cuenta de ello en los últimos días”, remató ante 2.500 seguidores.

“Seguimos en buenos términos con Estados Unidos, el Reino Unido, incluso con Rusia. Pero debemos pelear solos por nuestro futuro, por nuestro destino como europeos”, subrayó Merkel.

Durante el G7, los líderes de los países participantes acordaron “luchar contra el proteccionismo” y reiteraron su compromiso de “mantener los merados abiertos”. En esta misma línea, apuntaron también contra Corea del Norte decidiendo “aumentar la presión” sobre Kim Jong-Un y ratificaron su estrecha “cooperación contra el terrorismo”.

La discordia llegó, sin embargo, a la hora de renovar el compromiso con el “Acuerdo de París” contra el cambio climático votado en 2015: Donald Trump, el presidente norteamericano, dijo que “necesitaba más tiempo para decidir” sobre ello.

Comentarios

comentarios