Arabia Saudita y sus aliados del Golfo sancionaron a una docena de organizaciones y a 59 personas acusadas de tener “conexiones” con la militancia y el extremismo islamista, apuntando especialmente a aquellas qataríes o que tienen vínculos con Qatar y escalando, así, las tensiones en la región.

La misma incluye al líder espiritual de la Hermandad Musulmana, Youssef al-Qaradawi, que tiene “base” en Doha y a una serie de individuos que se encuentran en Libia y hasta en Bahrein.

Es menester recordar que desde hace una semana Qatar viene sufriendo una serie de medidas diplomáticas severas por parte de Egipto, Bahrein, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita para “aislarlo”.

En un comunicado emitido este último viernes, las autoridades qataríes se desmarcaron de las acusaciones: “No tenemos conexiones y no apoyamos grupos terroristas. Las últimas declaraciones que nos acusan de ser parte de una ‘lista de financiamiento del terror’ son infundadas”.

“Nuestra posición contra el terrorismo es mucho más marcada y fuerte que la de varios de los que firmaron ese comunicado”, remataron con dureza.

Diplomáticos y políticos que miran de cerca Medio Oriente advirtieron que Qatar tiene vínculos y le da apoyo financiero a algunos grupos sunnitas extremistas como el brazo de Al-Qaeda en Siria. Sin embargo, las mismas acusaciones se han hecho contra Kuwait y Arabia Saudita.

Comentarios

comentarios