La noche del 16 de octubre de 2016, Eva Analía De Jesús, de 43 años, salió de la casa de unos amigos, en la localidad bonaerense de San Miguel, cuando se cruzó con un grupo de hombres. El terror había comenzado mucho tiempo antes, pero el largo calvario que atravesaría ni siquiera se podía entrever.

“Te voy a hacer sentir mujer, forra, lesbiana”, le gritó uno de ellos, según figura en la propia causa. “Higui”, llamada así por su gusto por el fútbol y por su parecido con el histórico arquero colombiano, fue acosada por un grupo de hombres que, previamente, la había atacado por ser lesbiana.

En esta oportunidad la golpearon y la tiraron al piso, le rompieron el pantalón y, uno de ellos, se tumbó para violarla. Con las últimas fuerzas que le quedaban, De Jesús tomó una navaja que guardaba para protección y se la clavó en el pecho.

Cuando se levantó, semi inconsciente, un rato más tarde, estaba rodeada de policías. Cristian Rubén Espósito, el mismo que la había atacado años atrás, estaba muerto y ella era trasladada a la comisaría.

Desde ese día del 2016, “Higui” estuvo detenida, en prisión preventiva, acusada de homicido. Tal cual afirma “Cosecha Roja”, en el medio del proceso judicial ocurrieron todo tipo de irregularidades:

  1. El acta de procedimiento que redacta el policía que encuentra a ‘Higui’ y Espósito después de un llamado al 911 es muy escueta y no menciona el estado en el que estaba ella: no habla ni de los golpes, ni de la ropa rota.
  2. En su declaración indagatoria, el lunes 17 a las tres de la tarde, ‘Higui’ dijo que durante el ataque la intentaron violar, pero esto no se tuvo en cuenta.
  3. La imputación da por ciertas las declaraciones de uno de los testigos principales, que dijo que ‘Higui’ se le había ido encima a Espósito sin motivo y que él, ya herido de muerte en el tórax, había sido capaz de desfigurarla de una trompada. ‘Higui’ y su familia denuncian que este testigo era parte de la patota que la hostigaba y que la atacó ese domingo a la noche.

Durante todo este tiempo, sus abogadas alegaron que es una víctima de violencia de género y que actuó en legítima defensa frente a una “violación correctiva”.

Organizaciones sociales, feministas, colectivos como el #NiUnaMenos y la Asamblea Lésbica Permanente pidieron en reiteradas oportunidades su libertad: pese al poco interés de los medios de comunicación por difundir su caso y ante la inacción estatal, finalmente “Higui” recuperó la libertad y podrá volver a su casa con su familia.

Comentarios

comentarios