El miércoles por la tarde, tras fracasar dos intentos de negociaciones entre las partes, el operativo policial apostado sobre la principal avenida de la Ciudad de Buenos Aires avanzó contra los manifestantes que cortaban la arteria.

Estos respondieron con el lanzamientos de piedras y palos y todo se desmadró: la policía reprimió con balazos de goma, gases lacrimónegos, y un camión hidrante.

Según las autoridades, los manifestantes pertenecían, en su mayoría, a Quebracho, Corriente Patria Grande y grupos relacionados con el Partido de La Matanza.

Las corridas dejaron un saldo de ocho detenidos, dos de ellos menores de edad. Cinco de los ocho apresados fueron alojados en la comisaría 30ª de la Policía de la Ciudad y recuperaron la libertad durante la madrugada. Los menores de edad fueron derivados al Instituto de Menores Inchausti y también fueron liberadores. Un último detenido se encuentra en el Hospital Argerich recuperándose de las heridas.

Sobre todos ellos pesa una causa por intimidación pública y resistencia contra la autoridad y fueron apresados por efectivos de la División Operaciones Urbanas de Contención y Actividades Deportivas (DOUCAD).

Comentarios

comentarios