El “Black Friday” pre-navideño y una de las zonas comerciales más importantes del mundo son, siempre, una combinación “tentadora” para realizar un ataque terrorista: por ello, cuando comenzaron las corridas y los reportes de tiroteos, la policía londinense salió disparada hacia el lugar de los hechos temiendo lo peor.

El panorama era preocupante: miles y miles de personas saliendo y entrando despavoridos de tiendas y bocas de subte cerca de Oxford Circus. Las calles repletas de gente y una multitud contagiada por el miedo y el boca a boca de que algo grave estaba sucediendo.

Sin embargo, tras algunos momentos de tensión e incertidumbre, los oficiales confirmaron que se trató simplemente de una falsa alarma y, pese a que pidieron “precaución”, llevaron tranquilidad a la población:

“No hemos encontrado rastros de ningún sospechoso, ni evidencia de que haya habido disparos o víctimas. Los oficiales todavía están en la escena. Si estás dentro de un edificio quédate ahí, si estás en Oxford Circus abandona el área. Vamos a continuar con la búsqueda”, advirtieron desde la Metropolitan Police.

Luego del aviso policial, las estaciones de metro Oxford Circus y Bond Street, que habían sido cerradas preventivamente, volvieron a abrirse al público. Minutos más tarde, la propia policía confirmó que no existió tal “incidente” y que todo se encontraba bajo “normalidad”.

Comentarios

comentarios